SAN BLAS Y SANTA AGUEDA
Las fiestas de San Blas y Santa Águeda son las más auténticas y singulares de Espinosa, repletas de costumbrismo y peculiaridad. Gozan de gran popularidad entre sus gentes y cuentan con la participación masiva de todo el pueblo. Se trata de dos fiestas unidas en una sola celebración por la proximidad de sus fechas. La de San Blas, el 3 de Febrero, es fiesta patronal de la villa. Santa Águeda, el primer sábado de febrero, es la fiesta de las mujeres. Y entre medias un día que enlaza estas dos fiestas y que la gente ha llamado siempre “San Blasillo”, por lo que los festejos pueden durar tres días, aunque antaño solían abarcar la semana entera.
Espinosa celebra la festividad de su patrón, San Blas, al menos desde el siglo XVII, y sus habitantes lo veneran como abogado contra los males de garganta. Comienza el día con una misa cantada, presidida por las autoridades locales y seguida por una procesión con el santo en andas por el pueblo, que finaliza con la subasta de los “maneros” de las andas para devolver la imagen al templo. El día 5, bajo el patronazgo de Santa Águeda, las mujeres celebran su tradicional y costumbrista fiesta.
La Santa representa para ellas un ejemplo de virtudes y le profesan una especial devoción como protectora contra las enfermedades de los pechos, debido a que en su martirio le fueron cercenados. Como el tiempo frío reduce la asistencia de visitantes, el ambiente festivo tiene un sabor propio y característico, vivido casi exclusivamente por los vecinos del pueblo. Según dicen las mujeres más ancianas, la fiesta siempre se ha celebrado del mismo modo, habiendo atravesado una época de decaimiento hacia la década de los 70, cuando las jóvenes no parecían dispuestas a continuar la tradición, pero el resto de mujeres se encargó de reavivarla y devolverle su antiguo encanto, recuperando parte de su carácter tradicional y logrando su actual popularidad. Desde la medianoche anterior comienza el mando de las mujeres en Espinosa y durante las veinticuatro horas siguientes ejercen sobre el pueblo una real dictadura. A primera hora de la mañana del día 5, las “águedas”, como se llama este día a las componentes de la Hermandad de la Santa, salen de sus casas ataviadas con el traje regional de labradoras, confeccionado por ellas mismas, congregándose en la Plaza Mayor.
A comienzos de cada año la nueva junta de organización y las nuevas Concejalas y Alcaldesas nombradas por sorteo entre todas las hermanas que componen la asociación, se ponen en marcha para la organización de su fiesta, la FIESTA DE LAS MUJERES. El comienzo del mes de febrero ya es todo preparación de actos para el día de Santa Águeda, se ponen en contacto con todos los medios de comunicación: periódicos de tirada provincial, radio…así como con la persona que será nombrada Alcaldesa de Honor, para confirmar su asistencia. El primer viernes de febrero todas las hermanas van ultimando los detalles, sacan a la Santa y la ponen en andas, se limpia y adorna la iglesia para la celebración.
También se prepara la limonada y demás dulces para el día de Santa Águeda. El mismo día se reunirán todas las hermanas para celebrar un concurso, que unos años ha sido de repostería y otros de manualidades. El primer sábado de febrero, el día de la fiesta de Santa Águeda, a las once de la mañana, la Alcaldesa y las Concejalas darán la bienvenida a la invitada, quien será nombrada Alcaldesa de Honor y les acompañará durante toda la jornada. A las doce horas, y ya ataviadas con el traje regional, irán a tomar el Ayuntamiento, en cuyo balcón se hará entrega del bastón de mando. La Alcaldesa Mayor y la Alcaldesa de Honor dirán unas palabras y, minutos más tarde, se celebrará la santa misa seguida de la procesión por varias calles de la localidad.
Al llegar a la Plaza Mayor se procederá a prender la tradicional hoguera que será bendecida por el señor párroco de la localidad, pasando seguidamente a subastar los maneros. Finalizado el acto religioso, podremos disfrutar de unos bailes regionales en honor a la Santa en los que participarán mujeres de la Hermandad. Posteriormente se sacaránlos peleles y se obsequiará a todos los asistentes con bollos y limonada. A la espera de la hora prevista para la comida se recorrerá el pueblo acompañadas por una charanga. En un restaurante de la localidad se reunirán todas las hermanas para comer, después de la comida se continuará con los pasacalles y baile público hasta la madrugada. La mujeres suelen vestir su traje típico en las fiestas de San Blas y Santa Águeda.
Aunque la celebración de estas fiestas parece constituir una tradición muy antigua, la confección del traje de “águeda” es una costumbre instituida hace relativamente pocos años, aunque cada año se generaliza más entre mujeres y niñas del pueblo. El traje se hace en casa, comprando la tela en el comercio, y consta de las siguientes prendas: pololos de popelín blanco, con un pasacintas, una tira bordada y una cinta roja en su parte inferior; enagua de la misma tela, también con pasacintas, tira bordada o cinta roja abajo; falda de fieltro roja o amarilla, bordada en negro; delantal de raso negro con una puntilla negra de encaje; camisa de raso negro con puntilla de encaje blanco en el cuello, los puños y la abotonadura; bolsito o faltriquera hecho de la misma tela de la falda y bordado en negro; mantón o pañoleta negro con bordado de flores de colores; zapatillas negras de fieltro o terciopelo, atadas con correilla; medias de perlé blanco con “garbanzos”; broche; pendientes y un lazo a rayas para el pelo.